A la Conferencia
Episcopal Española, a la Iglesia en general en toda España, le inquieta el debate abierto sobre si debería
empezar a pagar el IBI, impuesto de bienes inmuebles, de alguno de sus bienes o
no. Los obispos permanecían en silencio hasta que ayer, el arzobispo de
Valladolid y vicepresidente de la CEE, Ricardo Blázquez, pidió a los sacerdotes
que no se opongan “con uñas y dientes” a la medida pues, afirma, “estamos dispuestos
a cumplir la legislación”.
El
debate que abrió la polémica sobre la exención del cobro del IBI a la Iglesia empezó
en noviembre, cuando algunos ayuntamientos plantearon la posibilidad de que se
comenzara a obligar a pagarlo. Pero actualmente, viviendo un contexto de crisis
económica, el debate ya no es pagar o no, el debate parece estar en catalogar
qué edificios podrían quedar exentos del pago y cuáles no.
Ayer
mismo, el grupo municipal socialista de Valencia planteaba al equipo de
Gobierno que revisara el padrón fiscal del IBI para ver a qué bienes afectaría
el pago de estas tasas. La propuesta sigue el
ejemplo de otras ciudades españolas como Palencia o Zamora.
¿Qué opinan los inquietos?, ¿pagamos el IBI o no?
La iglesia debe de dar ejemplo en todos los aspectos de la vida de las personas, ya sea en la faceta espiritual como en las mas terrenales. Y aunque su labor social es enorme, con el consiguiente ahorro que supone esto al estado, debe ser consecuente con la aconfesionalidad del estado y estar dispuesta a desprenderse de ciertos privilegios. Al mismo tiempo debe reclamar para las demas organizaciones (partidos politicos, sindicatos...) todas las normativas que a ella se le exijan.
ResponderEliminarLa incoherencia por parte de los Ayuntamientos surge cuando cualquier asociación (en Valencia las fallas por ejemplo) no sólo no pagan el IBI, sino que los locales son en muchos casos propiedad del municipio y prestados a estos grupos para que realicen su actividad festiva.
ResponderEliminarSi el resto de asociaciones, comunidades de vecinos, entidades sin ánimo de lucro... pagaran el IBI, la Iglesia evidentemente debería pagarlo. Mientras tanto parece una injusticia, que lo tenga que pagar, porque al fin y al cabo las parroquias son también una agrupación de ciudadanos con actividades sociales.